Otros cuerpos otra sensualidad

Nathy Peluso

“La gorda está triunfando mami”, esa es la frase que dijo la cantante argentina Nathy Peluso durante una entrevista en un canal español, era un recado para su profesora de gimnasia del colegio, ya que ella cuando adolescente practicaba ese deporte, pero al no tener el clásico cuerpo para esa actividad se le recordaba cada cierto tiempo que cuidara su peso, lo que al final terminó cansando a la futura artista y abandonó la disciplina.

Lo que nos brinda la tercera temporada de Los Bridgerton, es algo por lo menos digno de remarcar. Si bien la serie está basada en unos libros de corte romántico histórico, un refrito de Jane Austen con escenas eróticas modernas, es interesante la puesta en escena que plantearon de las historias en el audiovisual. A mi modo de ver la tercera entrega mueve un poco más las estacas en esa cierta democracia estética que se puede ver en pantalla.

Los Bridgerton es una saga, creada por la escritora estadounidense Julia Quinn, de varios libros en donde se cuenta la vida romántica de un grupo numeroso de hermanos y hermanas durante el siglo XIX en Inglaterra. El esquema es sumamente victoriano es decir: nobleza, bailes sociales para interactuar, proyecto  de noviazgos, matrimonios arreglados e hijos, hasta aquí nada que no siga consolidando al patriarcado. Hay algunos tópicos que generan ciertos puntos de fuga de estas historias estereotipadas. El personaje que a mi entender escapa bastante de los clichés es Penélope Featherington, una chica de aspecto no hegemónico que lleva unos doce años bancándose la lata del circuito “nobleza, bailes sociales para interactuar, arreglos de noviazgos, matrimonios e hijos”  pero desde afuera, ya que al no entrar en el canon de belleza requerido queda siempre al margen.

Penélope tiene habilidades de observación y escritura, decide entonces comenzar a escribir sobre las mentadas reuniones sociales y de los nuevos noviazgos que se producen. Un abogado de su familia lee por casualidad uno de sus escritos y le parece fantástico que se publiquen de forma anónima. De esta manera Penélope se convierte en una suerte de periodista de la Revista Cosas del siglo XIX inglés y el éxito que tiene con la gacetilla es inversamente proporcional al éxito que tiene con los hombres. En este punto de la historia, además nos queda claro, que Penélope está enamorada de su amigo Colin Bridgerton, un tipo que le pasó de todo; se iba a casar con una chica embarazada que además no lo quería y después del baldón le da por viajar a ver si se le pega la inteligencia por otros lares.

Así las cosas en esta tercera temporada Colin y Penélope, se rencuentran después de un largo viaje del muchacho. A pesar de que todo pareciera estar igual, las cosas ya no son como antes. En el libro Penélope tiene veintiocho  años, recordemos que esa edad es habitar completamente la fatalidad de ser solterona en la Inglaterra de comienzos del siglo XIX. En la última novela de Jane Austen, Persuasión, su protagonista Ann Eliott tiene esos mismos veintiocho años y se le presenta como un tremendo caso perdido para el matrimonio. La señorita Featherington con esa edad  y viviendo aun en la casa de su madre está francamente hasta la coronilla de todo y ya piensa tácticamente en casarse con cualquiera, para salir de ese lugar y hacer una vida nueva. Colin al principio quiere ayudar a su amiga a que encuentre el mentado marido, pero conforme le enseña trucos de seducción se empieza a dar cuenta que parece que sí le gusta su amiga, con una rapidez de doce años para lograr esa conclusión.

Lo interesante de la serie es que Penélope no debe cambiar su figura para recibir la atención de Colin,  la metamorfosis no es de carácter físico, es de carácter mental, ella está más aplomada en sus decisiones y hay cosas que ya le importan bastante poco, mientras que es el joven Bridgerton el que cambia la mirada sobre ella. Tenemos conciencia que dentro del esquema que plantea la saga todo es muy conservador, la versión televisiva tomó decisiones que para algunos lectores de los libros no fueron bienvenidos, por ejemplo, la idea de tener actores de todos los fenotipos, indios, afros, mulatos, además de británicos. Si bien esos estándares se cumplieron en las dos primeras temporadas los actores seguían siendo muy canónicos en su belleza.

Nicola Couhglan y Luke Newton

Es la tercera temporada, con la historia de Penélope, que todo va más allá y muchos podrían decir que eso no es relevante para todo lo horrible que está pasando en este momento en el mundo, puede ser verdad, pero en esta época donde la gordofobia campea como forma de bullying en colegios y discriminación generalizada que la actriz Nicola Couhglan encarne a Penélope y viva todos sus procesos vitales, mostrando nuevas formas de belleza y sensualidad es un acto bastante político y que Luke Newton actuando de Colin deje de ser un cabeza de chorlito y mire más allá de lo que le plantea su sociedad también es refrescante para los adolescentes que puedan estar viendo la producción.

Mención aparte es lo valioso que existan mujeres encabezando trabajos artísticos, es el caso de la productora ejecutiva de la serie Shonda Rhimes una guionista y directora de televisión afroamericana que ha tomado las decisiones de la  multiracialidad en la serie y la determinación clave en el rol de Penélope para que no tuviera cambios físicos, como una baja de peso, contraviniendo incluso el argumento original del libros, donde la protagonista sí experimentaba tal metamorfosis  lo que genera el interés de Colin. Rhimes argumento que el personaje ya le parecía fantástico y hermoso y solo se centraron en hacerle modificaciones  de carácter superficial como ropas y cosméticos. Una decisión que impacta de lleno en uno de los medios audiovisuales más influyentes en términos culturales alrededor del mundo como el anglosajón. 



Shonda Rhimes (Photo/Sarah E. Freeman/Grady College, freemans@uga.edu in New York City, Georgia, on Saturday, May 21, 2016)

En una época de crisis políticas que cuestionan todo lo establecido, incluso la cultura, se podría decir que una serie televisa no es relevante para las problemáticas reales de la sociedad, pero nosotros aquí tenemos un ejemplo reciente, gracias a la película Colonia (2016) del cineasta alemán Florian Gallenberger, se generó una controversia en Alemania y un interés del público teutón por los hechos ocurridos en Colonia Dignidad durante la dictadura civil militar de Pinochet, lo que produjo en  primera instancia la liberación de los archivos de Colonia Dignidad en Alemania, diez años antes de la fecha indicada, y que en la actualidad se concretará un sitio para la memoria en el lugar donde estaba el enclave de Paul Schaffer que será cofinanciado por Alemania y Chile. La cultura sí genera transformaciones sociales de forma paulatina, es por eso que en época de ultra derechismos es el primer blanco a desfinanciar y derribar.     

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